No me
busques, pues cuando lo haces, me lastimas. No me busques, porque tu ego solo
se eleva al pensar que todavía me importas. No me busques, porque ya no queda
nada más que yo pueda darte. Me iré, porque mi relación contigo ya no da para más.
Me iré pues, sencillamente, quedarme a tu lado es un caso perdido. Sé que mil
veces te dije “me voy” y mil veces cedí ante tus falsas promesas de que
cambiarias y confundí tu capricho de tenerme a tu lado con algo tan bello como
es el amor. En realidad, no me amas. Ya es hora de que yo asimile que tú,
jodidamente, no me amas. Solo me quisiste coleccionar como a las tantas mujeres
que ya has coleccionado. Por eso, me iré y jamás volveré. Pues, me di cuenta
que por tu amor perdí muchos años de mi vida. Pero, gracias a Dios, todavía me
queda mi felicidad. Sí, mi felicidad. Pues, comprendí que mi felicidad solo
depende de mí y no del poco amor que puedas tu darme. Muchos años tuvieron que
pasar para que yo entendiera lo hermosa e importante que soy. Muchos maltratos
de tu parte tuvieron que ocurrir para que yo comprendiera que mi vida vale
demasiado. Es por eso que aquí estoy, arreglándome, poniéndome mi mejor ropa,
cuidando mi cuerpo y mirándome al espejo diciéndome lo cuan bella y valiosa
soy. Mi valor no depende de cuánto me puedas aceptar o no. Pues, no corazón. Yo
no soy tuya como tantas veces me repetiste, no soy de tu propiedad. Tranquilo,
yo también pensé que sin ti no sería nada. Pero, me di cuenta que soy mucho más
de lo que yo creía. Así que, por favor, no me busques. Pues, de mi antigua yo
ya no queda nada.
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