“Me
desprendo. Ya es momento. Me desprendo de todo lo que me hace daño. “
¿Por
qué sufrimos? Es necesario. Sufrir, a veces nos hace más fuerte. Digo “a veces”,
porque no siempre sufrir tiene un propósito, no siempre sufrir nos conducirá hacia
el crecimiento personal y/o profesional. Sufrir es la manera de darnos cuenta
que hay cosas que tienen valor y, si las perdemos, no somos nada. Por ejemplo,
a veces peleamos con nuestros padres o con algún ser cercano a nosotros. Sin
embargo, si alguien trata de dañar a nuestro ser querido, lo defenderemos con
uñas y dientes si es necesario.
En
el proceso del crecimiento emocional, es necesario sufrir para darle valor a
ciertas cosas. El problema surge cuando inconscientemente, nos estamos apegando
al dolor. El dolor empieza a volverse una rutina diaria y, cuando
experimentamos una pizca de felicidad, nos sentimos raros e irreales. Siempre
buscamos la forma de volver a nuestra burbuja de dolor, ya que se ha convertido
en nuestra zona de confort. Por esta razón, he decidido hacer esta entrada.
Cuidado
con el dolor. El dolor, si no se trata a tiempo, puede llegar a ser dañino para
nuestra alma. El dolor nos seca el corazón, nos hace guardar rencor, nos hace
ver todo con malos ojos. Cuando dejamos que el dolor penetre nuestra alma y
nuestro ser, podemos llegar a convertirnos en seres inhumanos, despiadados. Por
tal motivo, debemos desprendernos de lo que nos hace daño a tiempo.
Es
hora. Es momento de tirar a la basura todo lo que nos agobia y nos hiere. Si es
un chico o una chica quien nos hace sufrir, le diremos “bye honey, I’ll be fine
without you”. Si es la obsesión por nuestro cuerpo la que no nos deja vivir en
paz, le diremos “soy un ser valioso, no soy una etiqueta. Mi valor no se mide
por un numero de la balanza”. Si son nuestros amigos los que nos hacen mal,
examinaremos bien quienes deben estar y quienes no deben estar en nuestras
vidas. Creo que es la hora de sacar todo el dolor que, evidentemente, no nos
deja continuar.
No
te aferres. No sirve de nada aferrarse a un mal recuerdo, a un mal momento, a
una terrible experiencia. No porque algo te haya sucedido una vez, te va a
suceder dos veces. Deja que todo fluya. Deja que todo tome su tiempo. “El
tiempo cura las heridas del alma”, eso dicen por ahí. No dejes que nada te
perturbe. No permitas que una mala experiencia dañe tu vida. Me he encontrado
con centenares de personas que me dicen “me fue mal con esta persona. Al final,
todos los hombres/mujeres son iguales”. No estoy de acuerdo. ¿Saben la cantidad
de gente que vive en el mundo como para amargarse la vida con una sola? El
dolor es un reflejo de que nos estamos aferrando demasiado a algo o a alguien
demasiado, olvidando que no tiene sentido aferrarse.
Es
hora de emprender un viaje. Un viaje sin perturbaciones, sin dolor, sin rabia,
sin heridas por sanar, solo nosotros y nuestra vida. La vida es una sorpresa.
Cada día te ofrece cosas nuevas. No dejes que tu vida se arruine por aquellas
cosas que te hacen daño.
Besos♥
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